Durante los días 27, 28 y 29 de Octubre del 2016, se llevó a cabo el II Congreso Nacional de Educación y Patrimonio denominado “Rescate, memoria y comunidad” realizado en el Instituto Nacional.
En este contexto, Cultura Mapocho tuvo la oportunidad de participar con una ponencia denominada “Recorridos patrimoniales Escolares: La ciudad como espacio educativo” y realizar dos recorridos patrimoniales:” Santiago Nocturno: entre crónicas y copas”, y “Santiago criminal”.
En esta instancia compartimos con instituciones como Memoria Chilena, DIBAM, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, pero además, con una enorme cantidad de estudiantes, sobre todo secundarios que han realizado trabajos de investigación, rescate de memoria local y archivos escolares.
Durante las dos jornadas fuimos testigos de que la historia es una disciplina viva, cercana y presente. Muchos de estos trabajos de investigación partieron como un juego, descubriendo cartas, revistas escolares o periódicos escolares de estudiantes de liceos de todo el país que dejaron de ser producidos hace varias décadas.
Las preguntas de esos estudiantes partieron como un juego, ¿Qué tan bellacas eran nuestras compañeras hace 50 años atrás? ¿Se pelaban con los compañeros del liceo de hombres?, y esas preguntas, por absurdas que parezcan, después de la lectura y el análisis de las fuentes derivaron en otras más complejas ¿Qué querían decir cuando escribían esas revistas o periódicos? ¿Existía censura desde el establecimiento? ¿Por qué dejaron de publicarse? ¿Podrían volver a publicarse en la actualidad?
De algún modo, los estudiantes se arrojaron a los archivos en el oficio del historiador, tal como lo señala Lucién Febvre, tratando de descubrir en ellos a esos hombres y mujeres que compartieron sus espacios y en las que quizás, también comparten experiencias de vida. No se trata entonces, de alcanzar una meta, de llegar a una única verdad, ni siquiera de encontrar una respuesta, sino de hacerse más preguntas, situándose siempre desde el presente. Por eso la historia es algo que se escribe de manera permanente, porque buscamos en nuestro pasado los elementos que nos permitan entender el contexto actual, y ahí, preguntarse por “bellaquerías” y otras cosas adquieren el sentido y valor que estos estudiantes le han otorgado. En palabras de Huizinga: “cada cultura crea y tiene necesariamente que crear su propia forma de Historia”.
Muchas gracias por dejarnos ser parte de esta tremenda oportunidad.
Historia est Magistra Vitae.
Annette García A.
«La historia es ciencia del hombre; y también de los hechos, sí. Pero de los hechos humanos. La tarea del historiador: volver a encontrar a los hombres que han vivido los hechos y a los que, más tarde, se alojaron en ellos para interpretarlos en cada caso.
Y también los textos. Pero se trata de textos humanos. Las mismas palabras que los forman están repletas de sustancia humana. Todos tienen su historia, suenan de forma diferente según los tiempos e incluso si designan objetos materiales; sólo excepcionalmente significan realidad idénticas; cualidades iguales o equivalentes»
Lucien Febvre.