Tu fuerza vino de lejos
de la pampa salitrera
del mundo e´ las calicheras
de esa lucha eres espejo.
Te armaste de aparejos
en tiempos de dictadura,
desplegaste la armadura
para enfrentar al tirano,
al pueblo diste tu mano
tu coraje, tu bravura
Así rezan parte de las décimas escritas por Beto en el portal “Poesía popular”, que recuerdan la figura de Gladys Marín Millie, tras 17 años de su partida, la dirigente gran luchadora social está en la memoria del pueblo chileno, por su ejemplo, consecuencia y constante lucha por los DDHH y la justicia social.
De acuerdo a la información que nos proporciona el portal “Mujeres Bacanas” Gladys fue profesora, feminista, dirigenta, militante, presidenta, secretaria general del Partido Comunista y diputada. Nació en 1941 en Curepto, Región del Maule, fue hija de Heraclio Marín, campesino, y Adriana Millie, profesora primaria; Gladys siempre supo qué era vivir con esfuerzo en la pobreza. Cuando pequeña su padre abandonó a su madre quien, sin ninguna ayuda económica, se encargó de sus cuatro hijas. Juntas se mudaron a Talagante y en la Escuela Normal Gladys se formó como profesora primaria con especialidad en Educación Diferencial.
El contacto con el mundo del profesorado, su historia de vida y las diferencias de clase que experimentó, influyeron a Marín en su acercamiento a la política y el comunismo. Participó activamente en movimientos juveniles cristianos, llegando a ser activa integrante de la Acción Católica de Talagante. Fue dirigenta de la Federación de Estudiantes Normalistas y en 1957, presidenta de dicha agrupación.
En 1965 fue elegida secretaria general de las Juventudes Comunistas (JJCC) y ese mismo año dejó la pedagogía para dedicarse por completo a la vida política. Entonces apoyó la candidatura de Allende, fue candidata y electa diputada y permaneció en el Congreso hasta el golpe militar en 1973.
Desde el 11 de septiembre del 73 Gladys se mantuvo en clandestinidad y cambió de casa-escondite para que los militares no la atraparan. El 74 la Embajada de Holanda le concedió la salida para el exilio, dejando en Chile a sus dos hijos y su marido, Jorge Muñoz, quien fue detenido y desaparecido.
Gladys Marín luchó contra la dictadura e hizo visibles las aberraciones vividas en el país. En 1978 regresó clandestinamente a Chile y encabezó el trabajo de dirección del partido; seis años después asumió como subsecretaria del mismo y el 99 se convirtió en la primera chilena en postularse a la presidencia. Murió en marzo de 2005, a los 66 años, a raíz de un cáncer fulminante.
Por Dante Figueroa