Francisca Crovetto un oro de San Miguel a París.

Hasta hoy, Marlene Ahrens había sido la única mujer en ganar una medalla olímpica para Chile. La histórica carga de la desigualdad y la responsabilidad casi exclusiva de la maternidad que las mujeres han enfrentado la mayor parte del tiempo, han sido un factores relevantes a la hora de entender la supremacía de los varones en los deportes.

Hasta ayer, Chile tenía 13 medallas en el medallero histórico del olimpismo, 2 oros, aportados por el tenis en Atenas, 7 platas distribuidos entre equitación, tenis, atletismo, box y tiro Skeet y 4 bronces en box, fútbol y tenis. Hoy el tiro Skeet, con Francisca Crovetto, suma la medalla número 14 para el país.

Han pasado 68 años desde que en Melbourne, la penquista Marlene Ahrens -quién también había sido la abanderada de la delegación chilena-, se colgó la presea de plata con el lanzamiento de la jabalina.

Marlene llegó a las olimpiadas de Australia tras haberse convertido madre, razón por la tuvo muy poco tiempo de dedicación en la disciplina atlética. Aprendió de manera autodidacta y tenía un talento natural para los deportes gracias a su físico. Las buenas nuevas de su hazaña en Melbourne fueron, por cierto, la noticia que colmó los periódicos; aunque resulta al menos curioso que el diario La Nación la calificara como “la simpática lanzadora”.

Siete décadas más tarde, Francisca Crovetto Chadid , con diez años más que Ahrens , es una deportista de alta competencia. “La deportista nacional oriunda de San Miguel incursionó en el deporte desde temprana edad. A los tres años acompañó a su padre a un club de tiro en donde practicaba junto a otros deportistas. Recién cumplida su primera década, disparó por primera vez. Tres años después comenzó a practicar el deporte de manera regular” (Rock and Pop).

Francisca lleva más de dos décadas dedicada al deporte del tiro. Ha sido campeona sudamericana y dos veces campeona panamericana, con su último título obtenido en 2023. Por tanto, su medalla de oro en París es aún más meritoria.

En 2019, también fue elegida la mejor deportista de Chile. Ese mismo año, la agitación política la llevó a apoyar las demandas sociales de gran parte de la población chilena, criticando a la clase política por su falta de consistencia al responder a estas necesidades: “Los deportistas deben sentir que son parte de este cambio. Somos parte de esta demanda histórica ciudadana y, al final, nosotros somos los últimos de la lista. Todas las medidas que el Presidente anunció, por ejemplo, no nos benefician, porque no figuramos como trabajadores” (Radio Bío Bío). Señalando algo poco usual, ya que los atletas suelen mantenerse al margen de la contingencia política. Por ello, este rol opinante la posiciona como una persona comprometida y analítica de la realidad que vive. De hecho, encabeza la directiva de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico de Chile (DAR Chile).

No olvidemos que muchos de los logros de los deportistas se deben más a la inversión, dedicación y esfuerzo tanto personal como familiar, y no exclusivamente al apoyo público ni a políticas deportivas consistentes del Estado chileno.

A diferencia de hace décadas, hoy las mujeres se han ganado un merecido espacio en distintos aspectos de la vida. El logro de Francisca Crovetto se suma a los de otras mujeres destacadas y esperamos que más calles, plazas, bustos y estatuas lleven su nombre, empezando a superar la vergonzosa cifra que indica que solo el 4,7% de los monumentos públicos representan a mujeres.

Estudio de Monumentos Públicos a Mujeres, CMN, 2021.

Esperamos que la brecha existente se acorte y que desde la prensa se resalten sus valores. “Soy una luchadora”, dijo Francisca. Ojalá que su ímpetu, entrega, perseverancia y resiliencia se pongan en valor. Es momento de que los logros de las mujeres, que también son parte de nuestro patrimonio deportivo y nacional, sean reconocidos y ocupen el lugar que les corresponde.

Texto por: Annette García y Dante Figueroa, agosto 2024.

2024-08-05T16:56:54-04:00 2024/08/05|