La creación del ferrocarril fue una gran revolución para la vida social, económica y política a nivel mundial. Es por ello que se expandió desde Inglaterra a diferentes partes del mundo, como Asia, Europa y Latinoamérica, llegando a Chile a mediados del siglo XIX, primero como medio de transporte de minerales para luego dar paso al transporte de pasajeros logrando acercar lugares distantes en poco tiempo.
En 1857 se realizó el primer trayecto de trenes entre la Estación Central, ubicada al poniente de la ciudad de Santiago, y San Bernardo hacia al sur. Esta primera estación contaba con dos edificios y cuatro andenes que con el paso del tiempo fue ampliando sus instalaciones mientras se ampliaban, igualmente, los lugares adonde llegaba el tren.
La actual Estación Central fue construida en Francia por la compañía Schneider Co. Creusot y traída a Chile en varios barcos. Esta estructura metálica de tipo mecano fue armada igual que un rompecabezas y es coronada por un reloj acompañado de grifos a ambos costados.
Ahora ayuda al tren a encontrar el camino hacia la Estación Central.