Un día 10 de mayo de 1975, era asesinado en su país el poeta salvadoreño Roque Dalton. Sus dirigentes, propios “compañeros”, acusándolo de traición, lo asesinaron sin pruebas más que sus prejuicios que el tiempo y los hechos no tardarían en contradecir.
Este poeta, mártir de las revoluciones latinoamericanas, estuvo fuertemente ligado a nuestro país, al momento que en su juventud llegó a estudiar leyes en la Universidad de Chile donde conoció diversas corrientes políticas que fueron formando sus ideales. Dijo que durante esta estadía en Chile, pasó de ser un cristiano conservador a un social cristiano, corriente que le pareció muy interesante para aquella época.
Era el año 1953 y Roque plasma su paso por Santiago con algunos poemas y escritos que evidencian sus pensamientos.
«Era la época en que yo juraba
Que la Coca Cola uruguaya era mejor que la Coca Cola chilena
Y que la nacionalidad era una cólera llameante
Como cuando una tipa de la calle Bandera
No me quiso vender otra cerveza
Porque dijo que estaba demasiado borracho
Y que la prueba era que yo hablaba harto raro
Haciéndome el extranjero
Cuando evidentemente era más chileno que los porotos».
Exiliado en Cuba, luego de ser perseguido por el poder al involucrarse políticamente en su país, Roque conoció a Isidora Aguirre, destacada dramaturga y escritora chilena, autora de la Pérgola de las Flores. Ellxs, luego de conocerse en la Casa de las Américas de La Habana, comenzaron una hermandad que ella calificará de amorosa.
«En ningún momento ninguno de los dos pensamos que íbamos a pedir cuentas. No. Lo de nosotros era absolutamente libre, como un lazo mágico. Había algo que me atraía en él como persona, y que naturalmente tenía una respuesta física, pero era el complemento de la atracción anímica»
Isidora escribió años después el libro “Carta a Roque Dalton” donde expone su relación, fuera de las normas de la época, embrujada por el carácter literario de ambos.
También, el grupo Illapu, musicalizará uno de los poemas del salvadoreño llamado “Alta hora de la noche” renombrado como “No pronuncies mi nombre”.
Roque es un grande de las letras americanas, participe con las causas y luchas de su pueblo.
Por Roberto Ortiz Leal